En los últimos años nos han enseñado que las ecobolsas son buenas para el medio ambiente, mientras que las bolsas de plástico desechables son todo lo contrario. Muchas ciudades han comenzado a restringir el uso de bolsas de plástico y muchas empresas han dejado de proporcionar bolsas de plástico o de marcar precios en ellas. Algunos países están empezando a promover las bolsas de compras reutilizables o, si se prefiere, llamarlas “bolsas reutilizables”.
Pero, de hecho, las llamadas ecobolsas pueden ser más dañinas para el medio ambiente que las bolsas de plástico.
Las ecobolsas pueden no ser nada respetuosas con el medio ambiente
En 2008, la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido (UKEA) publicó un estudio: Bolsas de papel, bolsas de plástico, bolsas de lona y bolsas de asas de polipropileno (no tejido) reciclables: ¿Qué material de bolsa es el menos respetuoso con el medio ambiente? Los resultados son sorprendentes.
En la vida diaria, las formas de minimizar la contaminación y las emisiones de carbono son utilizar bolsas de plástico y reutilizarlas al menos una vez, como bolsas de basura u otros fines secundarios. Las bolsas de plástico tradicionales hechas de polietileno de alta densidad (HDPE, el material utilizado en las bolsas de plástico de las tiendas de comestibles) tienen el menor impacto ambiental si se usan un solo uso. Las bolsas de algodón tienen el mayor impacto en el medio ambiente porque este material requiere más recursos durante su fabricación y transporte.
Estos hallazgos son completamente contrarios a la intuición.
Las bolsas de plástico HDPE tienen un tacto extraño y artificial. Cuelgan de las copas de los árboles, se atascan en el esófago de los animales, se pudren en los vertederos, se acumulan en los rincones de las ciudades, se degradan en partículas diminutas y flotan en los giros oceánicos, hasta cientos de años en el futuro.
Aunque las bolsas de plástico HDPE no se degradan fácilmente, su fabricación y transporte requieren muy pocos recursos. Las bolsas de plástico tienen menores emisiones de carbono, generación de residuos y subproductos que las bolsas de algodón o papel. Las bolsas de plástico no sólo son reciclables sino también baratas, quizás por eso las bolsas de plástico son omnipresentes en nuestras vidas.
Este estudio de la Agencia Británica de Medio Ambiente calculó que el consumo de carbono de cada bolsa de plástico HDPE es de algo menos de 2 kilogramos. Para alcanzar el mismo nivel, sería necesario utilizar una bolsa de papel 7 veces, una bolsa de mano de polipropileno reciclado 26 veces y una bolsa de algodón 327 veces. Probablemente haya una cantidad astronómica de bolsos de diseñador con detalles en cuero y metal que no se incluyeron en este estudio.
¿Una farsa paradójica?
A medida que las “bolsas reutilizables” hechas de diversos materiales se vuelven cada vez más comunes, a la gente ya no le importa si son realmente respetuosas con el medio ambiente. Muchas tiendas ofrecen bolsas reutilizables económicas o incluso gratuitas en la caja, con el logotipo de la tienda y diseñadas para estar más a la moda.
Las organizaciones sin fines de lucro y las empresas utilizan bolsas reutilizables como obsequios publicitarios o publicitarios, lo cual resulta paradójico: un acto de bondad motivado por intenciones medioambientales es en realidad una clara pérdida de recursos.
Estas bolsas reutilizables, al igual que las de plástico, también se desbordan, e incluso algunas son desechadas en las carreteras, en los contenedores de basura y en todas partes sin siquiera ser utilizadas. El diseñador Dmitri Siegel encontró en su casa 23 bolsas reutilizables procedentes de diversas organizaciones, tiendas y marcas.
Esta “locura por las bolsas reutilizables” originalmente tenía como objetivo evitar desastres naturales inminentes, pero parece haber hecho todo lo contrario, convirtiéndose en una moda de bajo nivel y desenfocada.